Tú como adulto tienes la capacidad de modular la voz, de ser intencional en la manera en la que vas a dirigirte a los niños. Es importante que no olvides el enfoque en este proceso y no te desesperes. No importa si siguen los gritos, tú mantén el enfoque en modular la voz. ¡Ellos aprenderán!
Recuerda que ellos están aprendiendo a modular la voz y tú estás siendo su ejemplo. La voz será de tus mejores aliados para que los niños aprendan cualquier cosa que les presente: una suma, aprender a leer, aprender a amar, aprender a expresarse, etc.
¿Has intentado hablar en un tono muy bajo en medio de un aula con mucho ruido? Si no lo has hecho, inténtalo, verás la diferencia.