09 Mar
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«¿Qué tanto le serviría a mis hijos o alumnos aprender robótica?». ¿Te lo has preguntado? La robótica no es simplemente una disciplina adicional para la certificación, o una tendencia temporal entre instituciones educativas o un distintivo para hacer que tu plan de estudios se destaque entre los demás.

La robótica educativa no pretende formar una generación exclusiva de programadores bajo la premisa de que ese será el futuro laboral, aunque sea una de las profesiones con más auge. Nosotros reconocemos que nuestra sociedad siempre requerirá médicos, arquitectos, docentes, músicos y profesionales de todos los campos, no sólo ingenieros.

Aun así, la robótica es omnipresente en nuestra sociedad moderna, extendiéndose desde la industria hasta la medicina, pasando por la construcción, la música, el entretenimiento, el arte y mucho más. Dentro de la educación, su importancia radica no sólo en potenciar áreas básicas de ciencia como las matemáticas y la física, sino también en su capacidad para agudizar la creatividad, fomentar el pensamiento innovador y fortalecer habilidades analíticas y lógicas en los estudiantes.

Una reflexión bíblica nos remonta al rey Nabucodonosor, quien buscaba jóvenes que tuvieran aptitudes para aprender de todo y que actuaran con sensatez, jóvenes sabios y aptos para el servicio (Daniel 1:4). Este antiguo y sabio criterio de selección nos lleva a cuestionarnos: ¿Estamos preparando a las futuras generaciones para aprender de todo?

La tecnología, si bien puede representar riesgos de dependencia y carencia en el aprendizaje de los niños, también puede ser una herramienta formidable si se utiliza correctamente. La clave está en enseñar a los jóvenes a utilizar la tecnología a su favor. Hoy día, gracias al avance y abaratamiento de la tecnología, herramientas y sistemas que antes eran exclusivos de la industria y las mejores universidades, están al alcance de los niños a través de la robótica. Creemos que la robótica es una gran herramienta para desarrollar en las futuras generaciones las aptitudes para aprender de todo y que vivan día a día el principio que dice:« el que busca, hallará».

Imagínate una generación de niños preparados e inteligentes, entendidos en todos los campos del saber y aptos para trabajar con sus manos. En otras palabras, una generación capaz de aprender de todo, aplicando la teoría a la práctica. El resultado podría superar incluso a la explosión del conocimiento del renacimiento.

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