07 May
07May

40-42 Si pecamos contra Dios, y él no quiere perdonarnos, pensemos en qué lo hemos ofendido. Dirijamos al Dios del cielo nuestras oraciones más sinceras, y corrijamos nuestra conducta.43-44 Una nube envuelve a Dios; no le deja escuchar nuestra oración. Lleno de enojo, Dios nos persigue; nos destruye sin ninguna compasión. 45 Nos ha expuesto ante las naciones como si fuéramos lo peor.46 Fuimos la burla del enemigo. 47 Sufrimos en carne propia los horrores de la des- trucción. 48 Cuando vi destruida mi ciudad no pude contener las lágrimas.49-51 Realmente me duele ver sufrir a las mujeres de Jerusalén. Se me llenan de lágrimas los ojos, pero no hay quien me consuele. ¡Espero que desde el cielo Dios nos mire y nos tenga compasión!52-53 ¡Intentaron matarme, y no sé por qué razón! Mis enemigos me atraparon, me encerraron en un pozo. 54 Estuve a punto de ahogarme; ¡creí que había llegado mi fin!

Observa

El profeta insta a su audiencia a mirarse internamente, exa- minar su corazón y volver humildemente a Dios. Los lleva a confesar que pecaron y que, como consecuencia, sufren a manos de Dios y de sus enemigos. Su situación es terrible; son como escoria y basura entre las naciones, y la gente es destruida. El escritor llora y llora. No se detendrá hasta que el Señor los mire desde el cielo. Recuerda a sus propios ene- migos que le persiguieron y quisieron matarle sin motivo alguno.

Reflexiona

El verdadero arrepentimiento comienza con mirar hacia adentro para ver si todavía vivimos conforme a la voluntad de Dios o nos hemos descarriado. Esto solo puede suceder cuando hemos recibido convencimiento del Espíritu Santo, quien nos hace comprender la gravedad de nuestros peca- dos. Dios promete perdonarnos y restaurarnos al acudir a Él con el corazón quebrantado, porque es lleno de gracia y misericordioso.

Aplica

¿Tienes problemas en tu corazón que el Espíritu Santo te ha estado señalando? Pídele al Señor que te muestre las cosas de las que necesitas arrepentirte.

Ora

Querido Dios, revela las áreas de mi vida que necesitan Tu perdón y restauración. Purifica mi corazón para vivir como Te agrada. En el nombre de Jesús, amén.

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